El brazo robótico FlexShapeGripper de Festo está inspirado en la lengua de un camaleón, su punta de silicona puede tomar lo que sea, independientemente de su tamaño y fragilidad.
FlexShapeGripper funciona gracias a una punta de silicona muy flexible compuesta por dos cámaras, una interna con aire comprimido, y otra externa repleta de agua.
Cuando la punta de silicona toca el objeto que se desea recoger, el brazo robótico activa un pistón que retira el aire comprimido de la cámara interior, obligando a la cámara externa a «envolverse» alrededor del objeto, generando así un agarre más firme y a la vez gentil.
Una vez que el objeto está en su poder, FlexShapeGripper no necesita añadir energía para sostenerlo, y la fricción natural de la silicona aporta una mayor estabilidad.
No es muy difícil imaginar a este brazo en fábricas y laboratorios, pero si conocemos bien a la gente de Festo, lo más probable es que puedan cambiar la escala del mismo, adaptándolo a otros entornos.
Fuente: ACÁ
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