Los fotones guardan muchos misterios, pero nada se puede hacer si no nos ubicamos a la altura de las circunstancias. Eso implica visualizar su comportamiento, y para lograr tan complejo objetivo, la tecnología debe ser exprimida al máximo. Un equipo de ingenieros bioquímicos de la Universidad Washington en St. Louis ha desarrollado una cámara 2D de recepción que registra 100.000 millones de cuadros por segundo, la más rápida del planeta en su tipo.
Las cámaras más veloces pueden capturar en promedio unos diez millones de cuadros por segundo. Si comparamos este valor con las especificaciones de las cámaras tradicionales disponibles en el mercado, decir que son “rápidas” es casi un insulto. Obviamente, la aplicación de semejantes cámaras está concentrada sobre entornos de laboratorio. Hay mucho que no sabemos de la luz, y la razón principal es que nuestros sistemas no tienen la capacidad de detectar su comportamiento, hasta ahora. La noticia de hoy nos lleva donde un grupo de ingenieros biomédicos creó una cámara 2D de recepción con la capacidad de captar eventos alcanzando unos 100.000 millones de cuadros por segundo.
El profesor Lihong Wang, líder del equipo de ingenieros, explicó que por primera vez el ser humano puede ver pulsos de luz “en vuelo”, gracias a una técnica avanzada llamada Fotografía Ultrarrápida Comprimida, o CUP. De más está decirlo, el proceso no es tan sencillo como presionar un botón y obtener imágenes. La cámara es en realidad una combinación de dispositivos que pueden ser vinculados ya sea a microscopios o telescopios, para captar fenómenos físicos, naturales y dinámicos. Una vez que el batallón de datos es recolectado, el post-procesamiento está a cargo de un ordenador. Un elemento a destacar en la cámara de Wang y compañía es que, a diferencia de otras cámaras con funciones similares, no necesita de iluminación secuencial para alcanzar un framerate tan escalofriante.
La primera aplicación para una cámara así se encuentra claramente en la biomedicina, sin embargo, sus creadores extienden las posibilidades más allá, como por ejemplo estudiar proteínas fluorescentes a la velocidad de la luz, y combinar esta tecnología con un desarrollo de la magnitud del Telescopio Hubble. Entre la resolución de un telescopio con sus capacidades y los recursos avanzados de la cámara CUP, sería inevitable hablar de nuevos descubrimientos.
Fuente: ACÁ
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